Londres diseña el diseño

El Instituto de la Commonwealth armoniza la arquitectura de los 60 con la contemporánea. El nuevo Museo del diseño abre con un total de 3000 objetos de fondo y espíritu internacional.

«Este es un museo de primera categoría en el mundo para celebrar el diseño y la arquitectura. Quizá China o Singapur hagan en el futuro alguno de más grande, pero no será mejor», masculla el diseñador y empresario Sir Terence Conran, fundador en 1964 de las tiendas Habitat. Hoy, a los 85 años de edad, ha visto hacer realidad el sueño del gran museo del diseño. Sir Terence se echó a llorar en la presentación del museo a los medios. Tras algunos momentos de confusión, le dio tiempo para recomponerse, leyó sus notas.

En realidad este museo es la ampliación del que ya fundó Conran junto al río Támesis y que quedó pequeño en pocos años de vida. La adaptación del obsoleto Instituto de la Commonwealth (señal de pérdida del imperio), un edificio de la década de 1960 en el barrio de Kensington, al sur de Londres, en el moderno museo ha costado 83 millones de libras (99,5 millones de euros) que han financiado entre instituciones, particulares y entidades privadas. «Esta inauguración es el momento más importante de mi carrera hasta ahora, no sé qué me depara el futuro, pero aquí se ha materializado mi sueño. El diseño es importante para la vida y para la economía, y aquí está su catedral. Cuando se accede al edificio da la impresión de ser una catedral», explica Sir Terence en la presentación del centro cultural.

La colección permanente del museo dispone de 3.000 objetos. Desde la cuchara hasta la ciudad, el espectro del diseño es infinito. De este fondo permanente, se exhiben un tercio de su patrimonio, unas 1.000 piezas, bajo el título Designer maker user. La selección recoge el punto de vista del diseñador, el usuario y el productor de los objetos. La muestra de una parte de la colección permanente va desde un vagón de tren a un rifle AK47 o un zapato de tacón de aguja Louboutin así como gran número de objetos urbanos (un parquimetro o una señal de salida de autopista), domésticos (un exprimidor o una cocina al completo), personales (teléfonos de todo tipo o ropa), médicos y/o arquitectónicos.

Junto a la exposición de una parte de la colección permanente se presentan también dos muestra temporales. Fear and love reactions to a complex world(Miedo y amor; reacciones a un mundo complejo), es la exposición temporal temática que consiste en 11 instalaciones de diseñadores que van desde una reacción al Brexit con The pan-european living room, una salita de estar con una pieza de diseño de los todavía 28 miembros de la Unión Europea, diseñada por el estudio de arquitectura OMA, fundado por Rem Koolhaas, hasta un robot curioso y cotilla, llamado Minus y diseñado por la americana Madeline Gannon, que hace «compañía» a los humanos, o al menos lo intenta, con sus movimientos y expresiones mecanizadas.

La transformación del edificio que albergaba el Instituto de la Comonwealth en el museo del diseño ha sido una obra del estudio de Koolhaas y de su colega John Pawson, quienes han lidiado con un edificio en su mayor parte declarado Patrimonio Cultural y restringido en sus alteraciones. El resultado es una armoniosa combinación de la arquitectura original de los años 60 y la contemporánea. El centro del edificio ha pasado de amplias escaleras en espiral y fondo de hormigón a un cuadrado de madera en tres luminosas plantas que confluyen en una especie de patio luminoso interior.

Y en un museo del diseño del siglo XXI, los lavabos son marca de la casa. Los objetos de diseño que solían adquirirse en tiendas pequeñas se convierten aquí en diseño de supermercado o de centro comercial. Todo es a lo grande.

El Museo del Diseño se abre el día 24 de noviembre en Kensington High Street 224. Londres. Gratuito.