Jorge Nieto, nuevo director de Arquitectura

El arquitecto español lleva siete años en Chile donde se ha dedicado a la docencia y a realizar proyectos con su oficina. Su llegada a la Escuela de Arquitectura de Campus Creativo la ve con entusiasmo y se proyecta grandes desafíos en materia extracurricular, en transversalidad y en internacionalización.

Es difícil no notar el entusiasmo en la voz de Jorge Nieto Pujol, arquitecto español de 42 años que recientemente asumió su cargo como director de la Escuela de Arquitectura, sede Santiago, del Campus Creativo de la Universidad Andrés Bello.

Sus estudios los realizó en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM) y en 2011 el destino quiso que llegara a Chile en busca de nuevos rumbos profesionales junto a su esposa, quien además es su socia en Ipiña+Nieto Arquitectos.

Juntos decidieron escapar de la crisis económica de España y arribar a Chile, ya que su esposa tiene la doble nacionalidad. Acá, la fortuna les sonrío: ganaron un concurso para desarrollar la rehabilitación, reconstrucción y ampliación de la Embajada de Brasil en Chile, además de conseguir otros proyectos profesionales, realizar docencia en universidades, y vivir el nacimiento de sus dos hijos.

Y ahora el círculo se completa con este nuevo cargo directivo que lo proyecta a mantener su estadía en nuestro país. “Comparando un poco, en Europa todo está ya muy terminado y normado, es más complicado hacer y proponer cosas. En cambio, para un arquitecto, Chile todavía es un lugar muy bueno para estar porque se pueden plantear cosas, hay más libertad y una serie de oportunidades porque es un país en desarrollo”, explica Jorge.

– ¿Qué te llamó la atención de ser director de la Escuela de Arquitectura en UNAB?

Sobre todo, el modelo. Hay muchas universidades de Arquitectura que siguen más o menos el mismo modelo, acá se está intentando hacer un profesional más completo con varias ramas que son necesarias y que yo, que tengo actividad profesional, veo que son del día a día. Por ejemplo, contar directamente tus conocimientos de Arquitectura, cómo publicitarte, cómo escribir de tu trabajo, entonces es bastante interesante ese perfil de egresado, que puede contar con una apertura mental para incluso suplir carencias que existen en Chile, donde hay grandes arquitectos que construyen, pero quizás no tantos que estén más dedicados al tema del arte o la crítica, por ejemplo.

– ¿Cuáles son los desafíos que te has planteado para tu gestión?

Me he marcado una serie de puntos, uno de ellos es desencapsular Arquitectura y fusionarla más con el resto de las escuelas del Campus. Lo otro es la internacionalización, como extranjero tengo bastantes contactos y redes en España y Europa. Entonces, al igual que el intento de diferenciar el perfil de los egresados con otras escuelas, también debemos intentar que esta Escuela mire más hacia afuera. Otro punto interesante sería generar algo extracurricularmente que conecte a todas las escuelas y nos posicione como un lugar de conocimiento e intercambio.

– Considerando el tiempo que ya llevas en Chile, ¿cuál es la visión que te has formado de la Arquitectura en el país?

Chile tiene muy buenos arquitectos, una calidad alta en cuanto al conocimiento y entendimiento del lugar, de los recursos naturales, económicos y materiales. Pero tiene una carencia quizás a escala pública y de ciudad, en que muchos arquitectos que están generando conocimiento o tendencia, que son los que están bien reconocidos internacionalmente y pueden aportar mucho a Chile, se han ocupado sobre todo a la obra privada e incluso a la vivienda unifamiliar, entonces es una pérdida de oportunidad. En Argentina o en España, por ejemplo, el arquitecto más capaz de generar crítica o con más implicación disciplinar, se dedica más a la obra pública que privada. En Chile, en cambio, el arquitecto generalmente vuelca toda esa expertiz en la obra privada. En los últimos años, esto ha ido cambiando y hay más arquitectos u oficinas importantes que tienden a participar en concursos públicos. Pero todavía hay un debe, vemos que en la ciudad las viviendas colectivas las hacen inmobiliarias y no tanto arquitectos críticos que pueden plantear diferentes maneras de habitar, entonces pasa esto de los guetos verticales, que al final es un producto de tablas de Excel, de lo económico.

– Finalmente, ¿cuáles dirías que son tus áreas de mayor interés en la Arquitectura?

Me interesa mucho el tema del patrimonio. A partir del proyecto de la Embajada de Brasil, emplazada en el Palacio Errázuriz que es de 1841, a mi socia y a mí nos ha interesado esa manera de operar con el patrimonio, pero a través de la obra nueva, no mantener el esqueleto como estaba, sino más bien implementar. Y también nos interesa mucho, porque es algo que hemos hecho y es muy satisfactorio, es el tema de la vivienda, pensar lugares donde la gente va a habitar, donde además hay mucha experimentación y está en constante desarrollo porque la vida va cambiando mucho. Ahora vamos con unos ordenadores en los bolsillos más potentes que los que tenía la NASA cuando mandó el hombre a la Luna, o sea todo cambia, pero la vivienda no tanto con los tiempos, hay mucho por desarrollar. Pero no somos muy defensores de la especialización, lo mismo nos puede llegar un proyecto cultural, de oficinas, paisajístico, etcétera, en todo siempre hay una oportunidad de investigar y de seguir desarrollándote profesionalmente.