ORGULLO UNAB: El diseñador que convirtió su amor por la madera en un emprendimiento

Alfredo Zamora, diseñador industrial UNAB, armó el proyecto “Ensambla”, con el cual resultó ganador como favorito del público en el concurso de innovación de la Semana de la Madera.

Con casi dos mil votos, el proyecto “Ensambla” se coronó como el favorito del público en el concurso de innovación de la Semana de la Madera. Su creador es Alfredo Zamora, quien se tituló el año pasado de Diseño Industrial -hoy Diseño de Productos– del Campus Creativo de la Universidad Andrés Bello.

Esta iniciativa nació en 2017 como proyecto de título de Alfredo, quien lo desarrolló a partir del cariño que siente por la madera. “La idea surge principalmente por una admiración a los métodos de ensamblaje antiguos, como el ‘cajón y espiga’, y la forma en que éstos se hacen parte de nuestro patrimonio, ya sea en construcciones de galpones en el sur del país, fabricados por colonos alemanes en el siglo XIX, o envigados de casonas y talleres”, explica.

De ahí que crea estos tableros que no dependen de elementos extras como clavos y tornillos, y que sirven para construir nuevos proyectos, ya sea para el mundo del diseño, la arquitectura o el arte. Éstos, además, tienen la particularidad de que son cien por ciento sustentables, ya que se elaboran con madera proveniente de demoliciones de casas antiguas, cité o edificios.

Con esto, Alfredo pretende rescatar este material cuya historia muchos dan por terminada al momento de llegar la demolición y ser enviadas a la basura. “Mi propuesta es rescatar la historia de esta madera, la cual nos regala un lenguaje único, con sus marcas de clavos y vestigios de una noble labor y vida pasada”, complementa.

“ENSAMBLA” COMO FAVORITO

En un principio, “Ensambla” era un proyecto personal, pero este año Valentina Santibáñez, alumna de Diseño de Productos UNAB, comenzó a formar parte, proponiéndole a Alfredo que postularan al concurso de innovación de la Semana de la Madera.

Su ayuda, asegura Alfredo, fue fundamental en todas las gestiones de postulación y representó el empujón que necesitaba. Así, lograron obtener el favoritismo del público. “Sentir el cariño de la gente en cada charla que tenía con ellos cuando se acercaban a mi stand, el apoyo, sus felicitaciones por el proyecto, fue definitivamente el premio más importante”, dice el diseñador.

El futuro se ve prometedor para este joven de 26 años, quien eligió su carrera porque creció construyendo e inventando cosas. “Cuando descubrí que todo lo que veía o tocaba era inicial y finalmente Diseño, tomé la decisión, era lo que debía estudiar”, señala y agrega que la UNAB fue una opción porque pudo optar a una beca, lo que realmente necesitaba en ese momento debido a que su padre se enfermó de gravedad.