La historia detrás de la feria Mastica

El Mercurio realizó una entrevista a nuestros directores, Mari Galmez y Pablo Lamarca, creadores de Mercado Mastica.

La historia detrás de la feria Mastica

El ya famoso mercado celebra este fin de semana su primer aniversario. A diferencia de otras ferias gastronómicas, un 30 por ciento de quienes lo visitan son extranjeros. Sus creadores, que trabajan estrechamente con cada expositor, quieren que pase de ser mensual a semanal, como se estila en este tipo de ferias a lo largo del mundo.

La inspiración la tomaron de los mercados de lugares como Londres, Nueva York o Australia, donde hay a veces hasta cuatro de este tipo de ferias por ciudad. Y aunque al menos en Santiago hay bastantes eventos gastronómicos que se hacen una o dos veces al año, un mercado habitual y gratis no existía. Este vacío fue el que llenaron los arquitectos Mari Gálmez y Pablo Lamarca, creadores del Mercado Mastica, que mañana celebra su primer aniversario en el Parque Bicentenario de Vitacura.

“No somos un mercado gourmet “, es lo primero que aclaran. “Es un lugar donde hay cosas ricas, un mercado gozador”, cuenta Pablo. Él vivió con su familia en Australia, donde ir a este tipo de lugares era un panorama familiar, y cuando volvió a Chile se dio cuenta de que no había nada parecido, solo ferias esporádicas y que generalmente se pagan.

Junto a Mari, con quien trabaja como docente en una universidad, decidieron crear un lugar para “revitalizar un espacio público a través de la gastronomía”. Era importante no interrumpir la vida del parque donde se instalan, por eso lo hacen en el estacionamiento: “Parte de nuestra postura es revitalizar lugares urbanos y transformarlos en otra cosa, trabajamos con un espacio público que está perdido, y lo transformamos completamente por un día”.

Ellos ponen los banderines, arman los puestos y la gráfica que cambia según cada estación, y los días de Mastica recogen hasta la basura. Pero lo que más motiva a sus creadores es lo que ellos llaman “las historias que hay detrás”: “Nosotros no vendemos un puesto. Nosotros conversamos con sus creadores, desarrollamos un concepto, nos preocupamos de que el consumidor final, además de tener un producto de excelente calidad vea reflejado en alguna medida cómo se llegó a él”, cuenta Mari. Quieren un contacto cara a a cara con el chef, “entonces, cuando tú vas a comprar un chocolate, vas a poder conversar con su creador. Es una plataforma de difusión, eso es parte de nuestra misión”.

En el mercado hay desde comida venezolana a comida india, y en este sentido han tomado como propio el término Glocal: comida de Chile para el mundo, con elementos locales pero hacia fuera. “No nos interesa mostrar el pastel de choclo, sino por ejemplo un fish and chips inglés, pero con trucha de Panguipulli y papas de Chiloé” cuenta Pablo.

Aunque tienen puestos algunos destacados chefs, generalmente funciona de otra manera: personas que están empezando con sus negocios se les acercan, y ellos les hacen una asesoría. “Trabajamos desde el sabor y la calidad del producto, hasta la forma en que lo presentan. Es una curatoría exigente”. Y así van mejorando juntos el producto, que no necesariamente termina de inmediato en la feria: “A veces nos cuentan que solo gracias a la presentación pudieron subirle el precio que cobraban”, cuenta Pablo, que también reconoce que son ellos muchas veces quienes van a pedirle a ciertas personas que se presenten en el mercado con sus novedades.

En las nueve versiones que han celebrado desde septiembre del año pasado, más de 65 mil personas han disfrutado en Mastica, donde más de mil “historias” han presentado sus productos, sirviendo nueve mil platos de comida.

Y aunque partieron con 24 puestos y ya van en 100, para Gálmez y Lamarca están aún comenzando. Para fin de año el mercado cambiará de horario y aumentará los días; estará un fin de semana completo (viernes, sábado y domingo), pero desde la seis de la tarde. También viajarán a distintos balnearios durante el verano.

Otros proyectos que tienen son “Comedor Mastica”, un restaurante móvil que pasea por distintos lugares de Chile, que se arma en cualquier parte y donde se come frente al chef. También están desarrollando productos con la marca Mastica, y potenciando el Mastica kids y la parte de diseño, que tienen mucho éxito actualmente.