Con 690 metros cuadrados habilitados, la Universidad Andrés Bello (UNAB) inauguró un nuevo edificio en Campus Creativo, CR3, que permitirá responder a las crecientes necesidades de la comunidad de estudiantes, docentes y administrativos que integran la Facultad de Arquitectura, Arte, Diseño y Comunicaciones.
La nueva infraestructura se ubica al costado norte del campus y contempla cuatro salas con equipamiento HyFlex, las que, dado que están cerradas con paneles móviles, pueden transformarse en un auditorio para actividades de mayor formato. “Nosotros tomamos una necesidad y la transformamos en una oportunidad de materializar algunos proyectos y sueños que teníamos”, explicó el arquitecto y decano de Campus Creativo, Ricardo Abuauad.
El espacio –una propuesta de los arquitectos Francisco García, director de ServCREA, Alexander Meneses, egresado de la Escuela de Arquitectura UNAB, y Martin Schmidt– contempló la restauración de una antigua casona y del exteatro “De Pablo A Violeta”. El decano destacó que la restauración es una contribución significativa a la comunidad en la que se encuentra inserto el campus: “Es un aporte que nos permite comunicarnos de mejor manera con el barrio. Este nuevo espacio lo llevamos a un horizonte mucho más allá de lo que era nuestra necesidad”.
La ceremonia de inauguración contó con la participación de autoridades, académicos y estudiantes de la U. Andrés Bello.
Tomás González, estudiante de tercer año de Publicidad, valoró este nuevo espacio, señalando que es “un muy buen proyecto y un aporte a lo que es la Universidad”. En particular destacó el nuevo auditorio: “Al retraer los paneles se crea un espacio grande, bastante bello, luminoso y sería muy bueno en algún momento tener clases ahí. Es demasiado multifacético, sirve para dar una cátedra, pero también para que alguien venga a exponer, y además se convierte en salas”.
Sobre la nueva infraestructura inaugurada, el director de Campus Creativo, Ricardo Berardi, detalló que “el haber sumado metros cuadrados en el campus nos ha ayudado a reorganizar la planta académica, que aumentó considerablemente producto de innovaciones y nuevos proyectos de la facultad, y también generamos otras cuatro salas o talleres que vienen a cubrir parte de la demanda vinculada a nuevos planes de estudio”. Además, destacó que esto entrega un área verde adicional para los estudiantes y un espacio para actividades académicas y de extensión.
El trabajo de restauración contempló, según detalló el arquitecto Francisco García, un vaciado del teatro en su cáscara interior, ya que el edificio tenía un desgaste por el uso constante, a lo que se sumó el abandono que sufrió durante la pandemia. “Utilizando el escenario y la zona de servicios, más la plataforma superior logramos tres salas de clases con dimensiones para recibir a alrededor de 35 estudiantes, y en el espacio de doble altura resultante sumamos un taller que recibe a 28 estudiantes en una espacialidad muy interesante”, adelantó.
Al retraer los paneles todas las salas se abren hacia el espacio central, asumiendo el rol de auditorio, tal y como estaba diseñado en el proyecto original del Studio Caceres Lazo para el ex teatro “De Pablo A Violeta”. El auditorio también se puede abrir hacia al patio norte del campus para que funcione como un auditorio al aire libre.
Gracias al calce entre los patios de la actual Casa Uno y la casona restaurada, se consolida también una nueva área de oficinas para albergar al cuerpo académico, investigadores, CREA y SErvCREA, en un ambiente continuo y de una misma naturaleza arquitectónica. Asimismo, se incrementaron las dotaciones de aseo, seguridad, TI y mantención para conservar el estándar de servicio del campus.
En el marco de esta inauguración se llevó a cabo un desfile organizado por el Taller 5 de la carrera de Diseño de Vestuario y Textil, en el que se presentaron prendas zero waste creadas por estudiantes de tercer año.
El diseño y confección de las prendas contó con la guía de los profesores Braulio Vera y Cris Miranda, quienes se encargaron de acercar a las estudiantes del taller a grandes empresas a través del vínculo con las empresas Fulltex, que produce telas de uso tecnológico y para deportes extremos, y Montana Colors, que fábrica pinturas para grafitear.
Las duplas que desarrollaron este proyecto aprendieron técnicas de patronaje y confección zero waste, es decir, que no produce ningún tipo de residuo. Las distintas prendas diseñadas se presentaron en el anfiteatro, en un desfile en el que participaron un grupo de modelos profesionales.
Para la estudiante de tercer año Macarena Ramos, a cargo de la organización del evento, esta fue una instancia importante para mostrar el arduo trabajo desarrollado, “esto nos sirvió mucho para adquirir herramientas a la hora de desarrollar una futura marca, avanzar con el portafolio y trabajar con una agencia de modelos profesionales que mostrara nuestro diseño fue muy bueno”.
Por su parte Javiera Galaz, también de tercer año, destacó la relevancia de contar con estos espacios para mostrar sus creaciones y el trabajo de patronaje zero waste, algo nuevo y que espera se aplique en el futuro por la conciencia medioambiental que promueve en el mundo del diseño.