El diseñador chileno Tomás Garay Ávila se ha graduado del Campus Creativo UNAB con Proyecto Niebla, un plan para atender la escasez de agua y enfrentar el avance del desierto en el norte de su país, Chile. ”Proyecto Niebla” tiene como base un atrapaniebla que consiste en una estructura tridimensional que captura el vapor de agua conocido como ”camanchaca”, una neblina costera que se genera en el norte de Chile. Esta estructura triplica la superficie útil de los atrapanieblas convencionales de dos dimensiones.
Recientemente Catálogodiseño conversó con Tomás Garay Ávila, creador de Proyecto Niebla y profesor de la cátedra de Creatividad y Emprendimiento en el Campus Creativo UNAB, para saber más de su proyecto y la experiencia que lo llevó a innovar a través de este dispositivo de bajo costo y alto impacto.
CD: En qué se diferencia Proyecto Niebla de otras soluciones similares?
TG: En primer lugar capta tres veces más agua que los paneles comunes, debido a que se trata de la evolución a través del diseño hasta lograr una estructura que alberga tres atrapanieblas convencionales. Además, es mucho más fácil de instalar, puede ser levantado en dos a tres horas y -algo que es muy importante- no utiliza ningún mecanismo tecnológico y sus piezas pueden ser fácilmente adquiridas en cualquier tienda del rubro.
Por otra parte, Proyecto Niebla responde mucho mejor a las condiciones locales climáticas que los paneles clásicos –sin desmerecerlos, por supuesto- dado que se hace cargo del sentido que posee la camanchaca, que avanza hacia la Cordillera de la Costa en sentido suroeste.
CD: Cómo surge Proyecto Niebla?
TG: Siempre he tenido en mente el tema social. Por ello, en mi proyecto de título traté de calefaccionar mediaguas mediante el reemplazo de su panel interior por piedras y una estructura metálica más un ventilador eólico. Con ello, el aire caliente que llegaba calentaba las piedras, quedaba perfecto, pero al tercer día todo eso se transformaba en humedad, entonces mi proceso fue pensar en cómo controlarla. De ahí, llegué a la conclusión que había que aprovecharla, por lo que la pregunta pasó a ser cómo aprovechar esta humedad. Comencé a buscar, a investigar y así al norte de Chile, al problema de la sequía y al proceso de la desertificación.
CD: Cuéntanos sobre la respuesta técnica y formal
TG: Me basé en el tensegrity (tensegridad), rama de la arquitectura a través de la que se logra hacer estructuras a través de la tensión. Además de ello, me interesaba usar materiales que fuesen simples de encontrar. Por ello tras un largo proceso de investigación y testeo me decidí a usar malla agrícola con 60% de apertura, ya que es más eficaz, porque cuando se condensa la niebla y se transforma en camanchaca y choca con el atrapanieblas, los orificios de la malla permiten que se produzca el paso de niebla a agua, generada gota tras gota dentro de este cuadrado gracias a la humedad del ambiente. Además, este material es fácil de tensar, es económico y bastante resistente.
También, utilizo cañerías de ¾ a las que les hice un corte de ¼, que sirve para que la malla quede centrada. Por eso, la forma que se genera con el tensegrity ayuda a la aerodinámica de la camanchaca, para que ella choque de frente y se vaya a los costados y se pueda capturar una mayor cantidad de agua del ambiente.
CD: Hablemos de números, ¿cuál es el precio aproximado de esta estructura y sus posibilidades de captación de agua?
TG: En primer lugar, cada uno de estos atrapanieblas, cuya extensión es de 3x3x3 metros en todas sus caras, y su precio aproximadamente $215.000 (USD 400) , podría llegar a captar hasta 200 litros de agua por día. Pero, como entendemos que esa cantidad sólo cubre las necesidades de una persona a diario es que creamos una familia, que es la conexión de diez de estos atrapanieblas, con lo que se podría llegar a obtener hasta 2000 litros de agua por día.
CD: Qué otros usos tienen estos atrapanieblas?
TG: Hemos querido sacar el máximo potencial posible, por lo que también hay que señalar que en el techo del atrapanieblas se generan gotas de agua que pueden ser utilizadas para regar un mini cultivo en su interior, así como lugares de sombra para descansar y abastecerse de agua para quienes viven en áreas desérticas y a diario se trasladan con sus animales, creando rutas que hagan más eficiente sus viajes.
CD: Cuáles son los próximos desafíos que enfrenta esta iniciativa?
TG: Nuestro próximo paso es instalarnos en un cerro que posea entre 400 y 700 msnm, que es la altura media de la camanchaca, para así poder aprovechar su máximo potencial. Tenemos como fecha tope el 15 de enero para hacer esto, ya que contamos con el apoyo de CORFO. En esta ocasión también queremos integrar a las comunidades en el proyecto, y en la oportunidad estaremos trabajando en Caldera, Tierra Amarilla y Huasco.
En otra arista del proyecto, esta la oportunidad de comprobar la eficacia del sistema de captación de vapor de agua para su uso en la industria de la minería la cuál depende en un gran porcentaje del recurso hídrico para mantener el ciclo de explotación.
CD: Finalmente, ¿cómo fue la experiencia de trabajar con Cristián Domínguez como tu profesor guía en este proyecto?
TG: Él fue fundamental en este proceso, sin duda alguna. No sólo por lo típico que hace un profesor en lo relativo a consejos para lograr la idea, sino que a través de una fusión entre manejar un diseño básico y llevarlo a un diseño social, que es la base de Proyecto Niebla. Además, Cristián Domínguez fue fundamental como apoyo cuando me vi obligado a cambiar de tema. En ese sentido, agradezco que en el Campus Creativo se estimule el desarrollo de un proyecto más que de un producto como se hace en otras escuelas. Es un lugar que posee profesores capacitados en la realidad contemporánea y eso es sumamente importante para emprender.
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