Una de las mayores problemáticas de los actuales proyectos de exoesqueletos que se encuentran en desarrollo es están enfocados para la medicina para adultos o como ayuda para procesos industriales, excluyendo completamente a niños que necesitan ayuda en la movilidad.
Una excepción a lo anterior es España en donde se ha logrado desarrollar el primer exoesqueleto dirigido a niños entre 3 y 14 años que padezcan atrofia muscular espinal del tipo 2. La iniciativa ha sido financiada por el programa Echord++ de la Unión Europea, donde participaron los hospitales Ramón y Cajal (Madrid) y San Juan de Dios (Barcelona).
La necesidad de crear un dispositivo para este grupo etario surge a raíz que en España 1 de cada 10,000 niños nacen con atrofia muscular espinal, enfermedad degenerativa que reduce de forma drástica la esperanza de vida debido a la falta de movilidad.
Los dispositivos fabricados en aluminio y titanio, cuentan con soportes telescópicos que se ajustan a las piernas y tronco, permitiendo su adaptación al crecimiento del niño. Además posee una autonomía de hasta cinco horas mediante una batería integrada.
Con un peso de 12 kilos, el exoesqueleto le brinda la posibilidad de caminar a un niño que nunca lo ha hecho, ya que cuenta con articulaciones y cinco motores en cada pierna, imitando el funcionamiento del músculo humano, lo cual aporta la fuerza necesaria para mantenerse de pie y moverse.