Legado Vintage Shoes es una marca chilena de calzado que se inspira en los modelos de zapatos deportivos que reinaban a inicios del siglo XX. Dentro de sus creaciones es posible encontrar reminiscencias a ejemplares usados en actividades tales como el fútbol, el rugby, el ski y el boxeo, dando a conocer y rescatando la riqueza que poseía el calzado de aquellos años.
Catálogodiseño conversó recientemente con Jorge Azócar, diseñador industrial del Campus Creativo UNAB y fundador de la marca, quien nos comentó un poco más sobre los primeros pasos de su emprendimiento y los avances que ha dado en los últimos meses
CD: ¿En qué consiste el proyecto Legado Vintage Shoes?
JA: Legado es una marca que intenta rescatar el patrimonio histórico deportivo. Busca darle a conocer a la gente parte de la historia perdida del área, reflejada a través de los zapatos con los que se practicaba actividad física antiguamente, ya que a través de ellos –por ejemplo, ver un zapato de fútbol de los años ‘30 te da una imagen muy clara de cómo era el estilo deportivo en esa época.
CD: ¿Por qué te interesó ligar tu trabajo al ámbito deportivo?
JA: Esto nació como mi proyecto de título. Yo siempre he sido muy fanático del deporte, soy muy futbolero, voy mucho al estadio, me gusta el boxeo también, etcétera. Ello se sumó a que vengo de una familia de zapateros. Mi abuelos y mis padres eran zapateros, entonces pensando y pensando qué presentar para este proyecto surgió el tema del calzado y de ver qué tipo de ellos abarcaríamos, hasta que un día, conversando con mi profesor guía, Joaquín Béjares, llegamos este tema tan emocionante, nos interesó y nos pusimos a investigar y a buscar referentes. De repente no me di ni cuenta cuando ya estaba el trabajo terminado.
CD: ¿A qué necesidad del mercado hace frente tu proyecto? ¿Qué nicho de oportunidad aprovecha?
JA: Yo ataco a un segmento, especialmente masculino -ya que recién estamos completando la nueva línea de mujer-. El hombre está muy abandonado en el tema del calzado, no así en vestuario, de los tobillos hacia arriba no hay nada que decir, hay ropa bastante bonita, pero en cuanto a los zapatos tú vas a un mall y te encuentras con il pares que son todos exactamente iguales. Las marcas nacionales que han intentado innovar lo hacen de muy buena forma, van mucho por la vanguardia, pero a mi juicio personal creo que se mantienen dentro de una línea muy clásica y en un zapato muy visto. Yo busco todo lo contrario, busco alejarme completamente de ello para atacar a ese público que busca cosas diferentes e innovadoras, que busca tendencias, vanguardia, otro tipo de productos que no sea lo típico que se ve a diario.
CD: ¿Hay algún referente que haya influido en tu propuesta?
JA: Más que nada mi familia y su legado. Mis padres me han apoyado en todo, mi papá que era zapatero y tenía un taller. Conmigo ha hecho una pega extraordinaria y ha dejado un gran legado en mí, el que busco reflejar en mis creaciones y en la marca
CD: ¿Cuáles fueron las principales dificultades que has enfrentado en el proceso de crear Legado?
JA: ¿Cuál de todas? (risas). He tenido una infinidad de problemas. Comenzar con la marca no fue difícil porque como te decía fue mi proyecto de título y tuve la ayuda de mis profesores y mi familia, además de los contactos que había hecho mi abuelo. Por ese lado se me abrieron muchas puertas pero, lamentablemente, por otro lado ha sido muy difícil y actualmente uno de mis grandes problemas es que registrar una marca en Chile es muy difícil. Cuando yo intenté registrar la marca, el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI) no me hizo ningún problema, pero durante este proceso apareció una marca uruguaya que se opuso al registro y ahora estoy esperando la resolución que tomen las autoridades. Pero se han demorado mucho y nadie me da una respuesta, lo que hace más complicado el tema de la difusión.
CD: ¿Te parece que ese es un proceso injusto?
JA: No sé si injusto, porque la otra marca está en todo su derecho a reclamar si creen que alguien está tratando de patentar una marca fonéticamente muy parecida a la de ellos, pero por parte de INAPI, el tema ha sido una ineficiencia tremenda, ya fui a la oficina, me dijeron que esperara, lo hice y aún no pasa nada, no hay ninguna novedad. Es una pena.
CD: Considerando los problemas que has tenido, ¿habrías hecho algo distinto a lo que hiciste hasta ahora?
JA: No, porque durante todo mi proceso estudiantil, siempre soñé con salir de la carrera teniendo algo. No quería trabajar bajo la subordinación de un jefe, quería hacer las cosas por mi parte, de forma independiente y no bajo las ideas y decisiones que tomase otra persona. Siempre quise tener mi negocio propio y con esto lo conseguí, me gusta, se me hace sencillo, tengo un montón de puertas abiertas gracias a mi familia, también por mi visión de las cosas, de hacer cosas bien distintas. Me han llegado muchos ofrecimientos pero por falta de tiempo –dado que trabajo prácticamente solo- las he tenido que dejar pasar.
CD: ¿Tú crees que esa visión emprendedora es compartida por el resto de tus compañeros?
JA: No. De hecho durante mucho tiempo estuve buscando a alguien que me acompañara en este emprendimiento, porque siempre supe que trabajar solo iba a ser muy difícil, pero por desgracia no pude encontrar a nadie. Me parece que ellos tienen otra visión, ellos siempre buscaron adquirir experiencia, porque la universidad te entrega muchos conocimientos pero al salir es donde verdaderamente se aprende. Yo no pasé por ese proceso, sino que me dediqué a emprender de forma inmediata, y quizás por haber hecho eso me faltó aprender muchas cosas y quizás por ese lado si siento de repente que debería haberlo hecho.
CD: En cuánto a tu carrera, ¿cómo influyó el enfoque de la escuela y de tu profesor guía en este proyecto?
JA: Yo sin mis profes no sería nada. Cuando llegué a estudiar no era nada, la que me enrieló fue Mari Gálmez. Ella me enseñó principalmente disciplina junto a Montserrat Flores quienes me enrielaron y me disciplinaron.
CD: ¿Cuál crees que es el aspecto más relevante a destacar del Campus Creativo UNAB?
JA: Me parece que es el capital humano. Los profesores son lo más importante, por ejemplo a Mari Gálmez y Montserrat Flores tendría que sumar, sin duda, a Joaquín Béjares y René Perea. Ellos me inculcaron mi sistema y mi esquema de trabajo, si no fuese por hubiese terminado siendo ingeniero (risas).
CD: ¿Cuáles son tus expectativas para el futuro de Legado?
JA: La verdad es que trabajando en Legado yo estoy haciendo lo que me gusta y es genial poder ganarse la vida de esta forma. Eso sí, me gustaría avanzar en la construcción de mi marca para así poder potenciar el diseño chileno y ponerlo en el sitial donde debería estar. Hay un muy mal concepto de lo que es el diseño y me gustaría mucho trabajar por él, no por competir con otras marcas ni por acechar el mercado, sino que por posicionar el rubro, por mostrar que los jóvenes de ahora que estamos saliendo de la universidad podemos hacer cosas buenas e innovadoras y ojalá la gente lo vea por ese lado, ya que es muy difícil sacar adelante una industria que está en el suelo lo está actualmente el área del calzado.
