“Estar convencida de que es lo que más te gusta, y por eso mismo, estar agradecida y sentirse afortunada”, es su fórmula para disfrutar todo lo que hace y no morir en el intento.
¿Cómo mantienes tu alto rendimiento deportivo, compites en torneos internacionales y, además, estudias?
—La verdad es que no me cuesta casi nada. Si bien es muy sacrificado, la universidad me da todas las facilidades para hacer todo de la mejor manera.
¿Qué estás sacrificando para lograr tus objetivos?
—Varias cosas: tiempo con las amigas y la familia, entre las más difíciles. Pero sin duda que vale la pena y más cuando cuentas con el apoyo de ellos.
¿Qué pasa con la vida personal? ¿Da el tiempo para todo?
—No me quejo, soy muy organizada y puedo hacer lo que tengo planeado, siempre que no me moleste con ningún entrenamiento o tiempos de recuperación.
¿Qué le dirías a otros estudiantes que, muchas veces, sin tener tu exigencia apenas cumplen con sus deberes y otros se estresan hasta enfermar?
—Que el estudio es lo que queda para la vida, se puede hacer más lento quizás, pero se debe hacer. La responsabilidad y el compromiso son muy importantes siempre en todos los ámbitos de la vida.