La Tercera | Lo que el miedo le hace a la ciudad

Buscamos al “emigo” de la ciudad, e que hace difícil que sean buas, justas, bellas. Algunos pisan que el emigo el automóvil; otros, los darrollador incrupulosos; algunos más, el Estado incapaz de actuar oportunamte. Aunque algo de o haya, hay otro emigo anterior, feroz, que ataca el ADN de la vida ciudad: el miedo.

Porque, ¿Qué una ciudad? Naturalmte, un conjunto de inatructuras, edificios, pacios de cutro, obras. Pero ant que o, la ciudad una red de relacion, de reglas de vida común, de confianzas, que hace necario que vivamos juntos y que existan as construccion para albergarnos. Y justamte ahí donde el miedo ataca: disuelve e “pegamto” social que justifica que la ciudad exista, corroe los vínculos que nos manti unidos, nos transforma individuos (no ser gregarios, individuos) inttando manterse lo más a salvo posible.

El miedo tá instalado nutras ciudad. Miedo al narco, cerronas, asaltos, vandalismo. ¿Hay razon para vivir con miedo las ciudad chilas? Por suputo, pero incluso o a tas alturas ya irrelevante: la percepción de inseguridad condiciona hoy patron, hábitos, recorridos y horarios que son posibl y otros que no, barrios que no se visitan a mos que sea indispsable (o que, para tu dgracia, habit ellos). La semana recién pasada fue una mutra de ello: ante el miedo de lo que iba a ocurrir el 18 (y que ocurrió, de hecho), la ciudad paró. Las universidad cerraron sus campus, muchas empras viaron a la gte ant de vuelta. Nos replegamos y cedimos los pacios de la ciudad a la violcia.

Hay mucho crito sobre la relación dtructiva tre ciudad y miedo. No hay más que leer el número de Urban Studi titulado “Fear and the City”, o el trabajo de (S)City sobre los cambios las conductas de los parisinos dpués de los attados 2015, que utilizan metodologías de la etología (el tudio del comportamito animal) para idtificar trategias de comportamito ante la percepción de amaza. Una de sus conclusion que el miedo humanos, igual que lo que ocurre animal, gera como rputa un tado de “vigilancia” permante, con obvias consecucias la salud mtal. Así de grave, así de “anticiudad”.

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