Mattel, la compañía creadora de Barbie, así lo ha entendido. Hace 24 años comercializaban una muñeca aspirante a presidenta que personificaba el clásico estereotipo de la mujer rubia y delgada, el cual mantuvo hasta el año 2012 cuando la diversidad e inclusión comenzaron a aparecer en sus diferentes líneas.
Bajo el lema “Puedes ser cualquier cosa” la empresa Mattel a comienzos de 2016, lanzó un comercial en el que mostraba a niñas realizando trabajos de adultos, donde ellas pueden elegir su carrera y ser la persona que quieren ser. Con esto se mostraba como sería la nueva Barbie, incentivando a las niñas a tener aspiraciones.
Con el objetivo de dejar atrás las críticas del machismo que representa la muñeca con su cuerpo perfecto, se lanzó la colección “Fashionistas” con la premisa de que cada niña es un mundo y el cuerpo no se rige un solo patrón. Es así como ahora se muestran muñecas que se asemejan más a una persona del mundo real, con curvas, más bajas, altas, de color, sin hacer distinción de raza y cultura.
Partiendo de esta primicia es que nació «Hijarbie» la primera Barbie con hiyab, estilo creado por la nigeriana Haneefah Adam, que muestra a la muñeca con diversos atuendos musulmanes con el fin de inspirar a otras niñas de esta religión y popularizar el hiyab que durante el último tiempo se ha convertido en un accesorio de moda en la cultura occidental.
Es así como la diversidad de razas está cada día más presente en las nuevas ediciones donde se pueden encontrar hasta seis tonos diferentes de piel, mientras que en las cajas es posible encontrar lemas como «Cada vez hay más mujeres que se postulan para un cargo público de todos los niveles» o «¿Quieres hacer del mundo un lugar mejor?»
Con esto Mattel refleja cómo se está adaptando a los nuevos tiempos, entendiendo que Barbie es un reflejo de nuestra sociedad, por lo que están mucho más preocupados de enseñar la igualdad de géneros y dejando de lado la mujer idealizada del siglo 19, para convertirse en un referente para mujeres de todo el mundo.