Sonia estudiaba en la Universidad Europea de Valencia, hasta que decidió venir al Campus Creativo de la UNAB a vivir una experiencia internacional de un semestre, llegó a Chile en marzo del 2014. El que sería un intercambio se convirtió en doble título, por lo que su estadía se alargó a tres semestres como alumna de Arquitectura en la sede Viña del Mar y actualmente ya es titulada de la UNAB.
A poco de llegar, Valparaíso se vio afectada por un gran incendio, que conmovió a todo el país, y que movilizó a Sonia para ayudar a los damnificados, “decidí implicarme desde el primer día, y la universidad siempre me ha ayudado a reforzar esa implicación, admiro que esta universidad ayude a desarrollar las inquietudes de sus estudiantes”.
“He podido ser parte de la reconstrucción desde el día 1 hasta el día de hoy, de muy diferentes maneras, limpieza de escombros en los primeros días, colaboración con el SERVIU en el catastro técnico y social de los daños, colaboración con SECPLA (Secretaría Comunal de Planificación) en la elaboración del Plan de Reconstrucción, escenarios a los que la universidad me ha ayudado a llegar”.
El Campus Creativo de la UNAB también se ha implicado en el proceso de reconstrucción de Valparaíso, explica Sonia, “de manera conjunta con la universidad se han podido llevar a cabo proyectos muy enriquecedores, tanto para mí, como estudiante y profesional como para las personas damnificadas, como fue la construcción de una casa para la secretaria de nuestra escuela, Blanquita, quien fue afectada junto a toda su familia por el incendio”.
Todo lo anterior lleva a Sonia a decir que “valoro mucho ese papel inclusivo que la universidad tiene con los temas que afectan a la ciudad de la que forma parte”.
Sonia opina que estudiar en la Campus Creativo de la UNAB le ha mostrado “la realidad que existe en Sudamérica en cuanto al hábitat es muy diferente a la europea, muy interesante. Siento que actualmente vivimos en una realidad donde las distancias se han acortado. No existen límites territoriales en los que ejercer la profesión. Es muy diferente lo que uno puede aprehender y devolver a la sociedad en función del país e incluso el continente.
“Mi experiencia en Chile cambió el rumbo de mi vida. Y la universidad ha tenido mucho que ver en eso. Sigo colaborando con proyectos que inicié en la UNAB, proyectos que me interesan, y que me gustaría no se quedaran en algo solo académico, proyectos que involucran a la comunidad, que involucran vulnerabilidad social… Concuerdo en la visión de que la universidad debe ser un actor activo que medie entre la ciudadanía y los actores públicos.
“Recomiendo venir a la UNAB, hay pocas universidades donde es posible trabajar con la realidad. Poder ser parte de proyectos que de verdad afectan a la ciudad o tienen oportunidad para hacerlo, desde nuestro papel de estudiantes, pero con el respaldo y apoyo de esta comunidad de profesionales que es la universidad. Puedo decir que llegué de paso, pero me siento parte de algo que la Universidad Andrés Bello en Viña del Mar se está esforzando en crear”.