El arquitecto propone un acercamiento al diseño que considera la estrecha relación entre forma y estructura, principio homologable a múltiples escalas de su obra. Su presentación dio cuenta de esta interesante aproximación ejemplificada tanto en prototipos de mobiliario como en edificios con compromiso urbano.
Para Luis Izquierdo el proyecto de arquitectura plantea múltiples desafíos que median entre la esfera de lo privado y lo público, lo individual y lo colectivo.
Con convicción declara que el arquitecto es gran intérprete de esa mediación.
A través del oficio de saber construir y el arte de traducir los requerimientos del mandante, la arquitectura acoge la vida.
A través de su compromiso con el entorno y el contexto en que se inserta, la obra adquiere valor como bien común.