Gracias a su trabajo “Raíces brillantes”, el alumno de tercer año de Arquitectura, Alejandro Satt, fue destacado junto a otros 9 proyectos en la categoría regional de este concurso estudiantil, uno de los más importantes de su tipo.
El Concurso Internacional VELUX está dirigido a estudiantes de Arquitectura de todo el mundo, se celebra cada dos años y es uno de los más importantes de su tipo. Su objetivo es desafiar a los participantes a trabajar con la luz del día como una fuente de iluminación, vida y alegría.
Este año, los ganadores regionales del Premio Internacional VELUX 2020 fueron 10 proyectos, más una mención honrosa, de países como Dinamarca, Turquía, Sudáfrica, China, Canadá, Bélgica, Polonia, Nigeria y Corea del Sur.
Y, junto a ellos, un trabajo chileno: “Raíces brillantes” – el cual consiste en dirigir la luz externa hacia las estaciones del metro – del estudiante de tercer año de Arquitectura del Campus Creativo de la Universidad Andrés Bello, Alejandro Satt, quien lo presentó con Javier Del Río como profesor guía.
En el curso de Medio Ambiente y Sustentabilidad de la carrera de Arquitectura UNAB, los profesores Javier Del Río y Jorge Morales dieron el encargo de diseñar algo para el concurso de VELUX, ya que calzaba con la materia impartida.
“Nunca se me pasó por la mente que podría ganar, solo hice el trabajo con todo el cariño e interés que tengo por la Arquitectura”, asegura Alejandro Satt. Así, empezó a generar esta idea, la cual alimentó con las discusiones que se dieron en la clase sobre tener una ciudad más saludable.
El joven estudiante cuenta que “consideré que los espacios de transporte público, como el metro, no tienen un tratamiento sensible sobre los efectos negativos que genera una atmósfera construida de cemento y luces artificiales en el humano, simplemente no es natural”.
De esta forma, “Raíces brillantes” trata de acondicionar lumínicamente los andenes subterráneos del metro. Según Alejandro, lo entretenido es la manera en que lo hizo, ya que se trata de varias hebras de fibra óptica que captan la luz natural del exterior y la reflejan en el interior.
Esto, dice, genera “una nebulosa de colores, transformando el espacio del metro, un lugar oscuro y decadente, en uno más contemplativo y de asombro”. Por su parte, el profesor Javier Del Río agrega que lo más destacable de esta iniciativa es la audacia de insertar luz y colorido a un interior tan funcional como lo es la estación de metro.
Respecto al concurso en sí, Alejandro se sincera y dice que no esperaba nada de él. Incluso, después de mandar la lámina, se olvidó del tema. “Imagínate la sorpresa cuando me enteré de que había ganado a nivel regional, fue un golpe de alegría, no lo podía creer”, agrega.
Asimismo, el docente Javier Del Río recalca que este premio es muy importante para todos, desde Alejandro mismo – ya que le servirá para su currículo – hasta la UNAB, VELUX Chile y él mismo debido al reconocimiento internacional que esto significa.
El premio en sí es un viaje a Lisboa donde Alejandro tendrá que defender el proyecto en la fase final del concurso junto a los demás ganadores regionales, además de mil euros. A esto, se suma, por supuesto, el más gratificante de todos: la validación de su trabajo.
“Que mi proyecto haya sido elegido entre tantos y por un jurado tan connotado, sobre todo porque entre ellos está Sebastián Adamo, quien es un referente para mí. Sin duda, es un estímulo que te impulsa a seguir generando ideas”, expresa el joven.
Alejandro Satt comenzó sus años de formación universitaria en la sede de Viña del Mar del Campus Creativo, pero luego se fue a estudiar a Montevideo por dos años, regresando este 2020 a la UNAB, pero al campus de Santiago. Reconoce que su paso por la Escuela de Arquitectura ha sido una buena experiencia, sobre todo por lo apasionado que son los profesores por la disciplina.
Finalmente, al pedirle algunas palabras de consejo para quienes quieran participar en instancias como la de VELUX, Alejandro afirma que lo que a él le funcionó fue hacer el encargo con todo el cariño e interés que corresponde.
“Creo que, antes de pensar en ganar algo, primero debes disfrutar y sentirte conforme con lo que estás haciendo, así que, si cubres esa primera instancia, anímate y manda tu trabajo, el resto vendrá solo”, manifiesta.
Un equipo compuesto por los alumnos de cuarto año de Diseño de Juegos Digitales Oliver Sauer, Tommy Van Treek, Esteban Parra, Andy Peláez y Felipe Zepeda; resultó ganador de esta competencia de creación de videojuegos con “Super Awesome Game Title”.
La Game Jam 2020, evento online gratuito organizado por FF Studios y auspiciado por Huawei y la Universidad de Concepción, reunió a gente interesada en crear videojuegos, independiente de si poseen o no los conocimientos necesarios para ello.
Por ello, la convocatoria fue totalmente abierta, los participantes sólo debían formar un equipo y crear un videojuego en 48 horas. Para ello, contaron con asistencia de parte de expertos que realizaron charlas y talleres, además de recibir ayuda técnica en el proceso.
Fueron 42 los juegos que se presentaron en esta versión, resultando ganador del primer lugar “Super Awesome Game Title”, el cual fue elaborado por estudiantes de cuarto año de Diseño de Juegos Digitales del Campus Creativo de la Universidad Andrés Bello. El equipo está compuesto por Oliver Sauer, Tommy Van Treek, Esteban Parra, Andy Peláez y Felipe Zepeda.
“Super Awesome Game Title” es descrito como un juego sobre el amor y la amistad… aunque no realmente. El protagonista es un pequeño y adorable robot que recolecta “basura” dejada por los humanos y trata de no morir.
Los estudiantes cuentan que se inspiraron nada menos que en la película “WALL-E” para crear este juego. Pensaron en un mundo desolado donde este pequeño robot debe recorrer lugares abandonados y llenos de peligro para recolectar distintas baratijas que los seres humanos dejaron luego de abandonar la Tierra.
“Si bien para ellos no significaban mucho, o al menos no lo suficiente para llevárselas consigo, para el robot estos objetos son una fuente inconmensurable de conocimiento sobre la vida de quienes una vez estuvieron allí”, cuentan.
Los cinco jóvenes ya habían trabajado juntos con anterioridad, así que aseguran que la experiencia en el Game Jam 2020 fue bastante grata y sencilla. “Conocemos en qué áreas se maneja cada uno y en cuáles no, además de tener la seguridad de que cada uno trabajaría en lo que le corresponde sin tener que estar detrás de esa persona”, dicen.
Agregan que lo más complicado se dio en el proceso de preproducción porque tenían muchas ideas distintas y ninguna los terminaba de convencer. Sin embargo, una vez que llegaron al concepto, todo fue, como dicen, “viento en popa”.
Así y todo, confiesan que no esperaban ganar. “No deja de ser emocionante ver a tu videojuego ser condecorado públicamente y, cuando lo anunciaron, estábamos incrédulos. Fue un sentimiento extraño, no teníamos pruebas, pero tampoco dudas”, bromean los flamantes vencedores.
Finalmente, los jóvenes estudiantes UNAB, quienes ya cursan su último año en la carrera, expresan que han visto cómo Diseño de Juegos Digitales ha evolucionado a pasos agigantados y que están contentos de ver las oportunidades que tienen las nuevas generaciones.
“Es una carrera muy nueva todavía en comparación con otras ya más establecidas, como lo son Derecho o Medicina, pero tiene un potencial enorme al tener que ver con el mundo tecnológico”, finaliza.
Otro reconocimiento en Game Jam 2020
Cabe destacar que otro equipo de la UNAB, integrado por Diego Bascuñán, Andrés Reyes, Sebastián Saavedra, José Varela y Nicolás Yáñez, también logró un reconocimiento dentro del Game Jam 2020, ya que su juego “Dr. Heartless” – mezcla entre novela gráfica y runner – fue seleccionado para ser publicado con respaldo de Huawei en su AppGallery.