Hace más de un año que el futbolista del Al Nass, el portugués Cristiano Ronaldo, está remodelando una propiedad que compró en 2022 en la ciudad costera de Cascais, a 20 kilómetros de Lisboa, en Portugal.

La mega casa tendrá más de 2.200 metros cuadrados útiles, distribuidos en cuatro pisos. Contempla dos piscinas, sala de cine y estacionamiento para su colección de más de 20 automóviles. Se espera que la propiedad esté lista a fines de 2024 y que sea su residencia principal cuando el delantero terminé su contrato en 2025 con el equipo de Arabia Saudita.

La casa, que una vez concluida costará unos US$28.000.000 y será considerada la más costosa del país, tiene techos verdes, paneles solares, ventanales de muro y muro y un revestimiento distinto: optó por un hormigón a la vista.

El hormigón es un material que es una mezcla de piedras, cemento, arena y agua, y uno de los que más se utiliza para la construcción, pero que sin un tratamiento específico es muy permeable. «Deja pasar el agua y si uno no lo trata, se transforma en una verdadera espuma. Se debe usar una mezcla de aditivos plásticos invisibles para que aumente su nivel de impermeabilidad», destaca José Ignacio Torres, director de la Escuela de Construcción de Universidad de Las Américas.

Diego Mellado, académico especlalista en hormigón de la carrera de Arquitectura de la Universidad Mayor y director del Instituto Chileno de Cemento y Hormigón, explica que para su uso en exterior se utiliza un hormigón especial autocompactante, que tiene otros componentes químicos en polvo como el clincker (gránulos de caliza, y arcilla calcinada), que le dan una mayor fluidez y estética. «Al hormigón tradicional hay que hacerle un proceso de vibrado con sonda para que la mezcla vaya ocupando todos los espacios del molde. El autocompactante no lo necesita porque es más homogéneo, se puede trabajar mejor. Pero cada hormigonero tiene sus propias mezclas, es como la Coca Cola, algunas tienen más o menos azúcar», describe.

El arquitecto y académico de Arquitectura de la Universidad Andrés Bello, Alejandro Soffia, explica que es un material que se ocupó mucho en el siglo XX. «Tuvo gran influencia hasta los años 80. Hasta el día de hoy está asociado a una estética minimalista porque con él muchos edificios dejaron de tener decoraciones«, señala. La clave para lograr una textura lisa o con dibujo está en el molde. «Las caras del molde son las que quedan impresas en el muro.

En los años 70 se usaban las texturas de las Su uso tuvo su apogeo en el siglo XX. «Hasta hoy está asociada a una estética minimalista», dice un arquitecto. tablas; hoy se amoldan en moldes de acero y por eso queda liso. También se ocupan placas de terciado, se asume que tienen ciertas imperfecciones que no le quitan estética», agrega el académico. A los dos días, el hormigón ya se empieza a notar seco. «Pero adquiere su resistencia en 28 días», destaca Mellado.

Si bien existen hormigones prefabricados que vienen listos para instalar, Bárbara Rodríguez, académica del Diplomado en Arquitectura Sustentable de la Universidad de Chile, explica que lo más probable es que, por las dimensiones de la vivienda, se haya hecho la misma obra. Torres agrega que usar hormigón al desnudo en una zona costera es una buena decisión. «Esa zona tiene un clima un poco similar a La Serena; hace frío, pero no temperaturas extremadamente bajas.

El aire y la sal del mar daña mucho la madera, que se tuerce, las estructuras metálicas o el acero se empiezan a oxidar en la playa, hay que pintarlos cada dos años como mínimo», precisa.

Rodríguez indica que, dada la magnitud de la construcción y la relevancia de su dueño, le habría gustado que se hubiera atrevido a innovar un poco más hubiera atrevido a innovar un poco más en la construcción: «Podía innovar en algo más eficiente, buscar otras alternativas o mezclas». ¿Mucha demora? Casi tres años estará trabajando en la casa el futbolista.

Algunos vecinos le han dado la bienvenida, como la socialité María Alice Carvalho, que en mayo de este año publicó un video en su Instagram (Olilicanecana) mostrando los avances de la vivienda y el mensaje: «Bienvenidos a Cascais, el mejor lugar para vivir». Otros vecinos han reclamado por el tiempo de construcción, porque mientras tanto sus casas están llenas de polvo. Incluso se está trabajando con una grúa para mover el hormigón, las ventanas y otros materiales. «Es una casa muy grande, que requiere de equipamiento importante. Una normal va entre los 120 a 200 metros cuadrados, una grande ronda los 600 metros cuadrados, pero esta tiene una superficie varias veces mayor. Estamos hablando de que se está construyendo un edificio», destaca Rodríguez.